Abejera es uno de los pueblos de la comarca de fundación más tardía. Se conocen sus orígenes con exactitud, ya que nació de nueva planta en 1541, por el foro concedido al Marqués de Tábara.
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Tradicionalmente se ha venido afirmando que sus primeros habitantes llegaron del cercano pueblo de Santa Cruz de los Cuérragos, aldea idílica y pintoresca en la frontera con Portugal, casi despoblada en nuestros días. Para el asentamiento de Abejera se buscó un valle apacible, ameno y fértil, protegido por suaves sierras de cumbres redondeadas (Sierra de Sesnández).
Al sureste del pueblo se encuentra la Ermita de la Vera Cruz, reformada en 1990 y más o menos en el centro del pueblo, la Iglesia, junto a la cual está el famoso y anciano "Negrillico" que al final ha sucumbido a la grafiosis y muestra ya su tronco muerto y hueco.
Abejera tiene una soberbia estación de ferrocarril, actualmente sin uso ferroviario y en franco deterioro (dicen que fue objetivo de unos empresarios norteamericanos que se la intentaron llevar) y es una pieza arquitectónica digna de admirar y conservar. Además, muy cerca del pueblo, presta servicio un apeadero con servicio diario de trenes regionales de la línea Valladolid - Puebla de Sanabria.
En Abejera podéis encontrar muchos encantos, todos naturales y, ante todo, tenéis asegurada la hospitalidad...
Las asociaciones El Castro y Nuestra Señora de la Natividad consiguen cada año mejorar las fiestas, tanto las de verano, en la primera semana de agosto, como las patronales (sobre el 9 de septiembre)´. igualmente, con la ayuda y colaboración de todo el pueblo, la Mascarada de los Cencerrones de Abejera se ha convertido en una auténtico referente en esta auténtica fiesta, tan original como divertida.
No puedo decir nada más de Abejera, solo que vengan a conocernos... y les prometemos que volverán.
Abejera desde el praoconcejo en las fiestas de septiembre 2008
Pulsa en la imagen para verla a gran tamaño (está formada a mano a partir de múltiples capturas parciales de la web de ING)