Villarino tras la sierra

Este pueblo fronterizo que linda por la parte española con Santa Ana y San Mamed, lo hace con la portuguesa con Valdefrades, Abellanoso y Pinelo.

Si se va por Santa Ana, se cruza la sierra del Portillón y si se llega a San Mamed, la sierra del Pendón. En esta última se encuentra un pago llamado "el patio de los danzantes", lugar de un culto antiguo. Los vecinos mayores cuentan que allí había una cruz y era lugar de descanso de los portugueses que cruzaban a España.

Hace años Villarino Tras la Sierra era grande, con maestro, cura, Ayuntamiento, puesto de la Guardia Civil y un conjunto musical.

La recoleta iglesia del siglo XVII tiene un retablo con cuatro relieves, San Francisco, San Sebastián, San Fabián y San Ciriaco, este último patrón del pueblo (8 de Agosto). La patrona es el 2 de Febrero, Las Candelas y el 23 de Diciembre despiden el año con las fiestas del "pajarito" y "caballito". En estas fechas aumentan los habitantes, regresan al pueblo los emigrantes.

Villarino Tras la Sierra, al no tener ya bares, se divierten en la calle, sacan vino, castañas asadas y nueces, o se van a echar la partida a las fuentes.

En esas calles cualquier elemento extraño a la rutina, corta en silencios lo que desde siempre ha sido casino de comidillas, tertulia de decires y cantares, escalonada transmisión de decires y padeceres.

Las pocas personas que aún recorren las calles cuántas leyendas habrán contado de las andanzas por los cinco pueblos lusos con los que delimitan su territorio, hermanos sin fronteras.